miércoles, 16 de febrero de 2011

La convivencia en la etapa infantil


DEFINICIÓN :
Capacidad de vivir juntos respetándonos y consensuando las normas básicas
Podríamos pensar en la capacidad de ponerse en el lugar del otro, compartir, cooperar, respetarse, comunicarse, autocontrol y autorregulación, capacidad de participación, de aportar ideas y críticas y creativas...
Son señas de identidad de la Convivencia: comprender, respetar y construir normas justas que regulen la vida colectiva . Para desarrollar este objetivo se deben dar un conjunto de dimensiones:
  • Autoconocimiento:
esta capacidad permite una clarificación de la propia manera de ser, pensar y sentir, de los puntos de vista y valores personales, posibilitando un progresivo conocimiento de sí mismo, una valoración de la propia persona y en niveles superiores, la autoconciencia del yo.-
  • Autonomía y autorregulación:
La capacidad de autorregulación permite promover la autonomía de la voluntad y una mayor coherencia de la acción personal.
Es la propia persona la que establece los principios de valor y se organiza para actuar de acuerdo con ellos.-
  • Capacidades de diálogo. 
Estas capacidades permiten huir del individualismo y hablar de todos aquellos conflictos de valor no resueltos que preocupan a nivel personal y o social.-
  • Capacidad para transformar el entorno:
esta capacidad contribuye a la formulación de normas y proyectos contextualizados en donde se han de poner de manifiesto criterios de valor relacionados con la implicación y el compromiso.
  • Comprensión crítica:
implica el desarrollo de capacidades orientadas a la adquisición de la información moralmente relevante en torno a la realidad y la actitud y el compromiso para mejorarla.
  • Empatía y perspectiva social.
Posibilita a la persona para incrementar su consideración por los demás, interiorizando valores como la cooperación y la solidaridad.
La progresiva descentración posibilita el conocimiento y la comprensión de las razones, los sentimientos y los valores de las otras personas. 

Habilidades sociales para la convivencia:

son el conjunto de comportamientos interpersonales que va aprendiendo la persona y que configuran su competencia social en los diferentes ámbitos de la relación. Permiten la coherencia entre los criterios personales y las normas y principios sociales.-
 

  • Razonamiento moral: 

capacidad cognitiva que permite reflexionar sobre los conflictos de valor teniendo en cuenta los principios de valor universales.
Los valores que desarrollan la capacidad de convivencia nos hacen reflexionar primero como colectivo de profesionales que conviven compartiendo una tarea común y aluden a una necesidad de plantearse el trabajo continuo de las anteriores dimensiones con el fin de optimizar la comunicación y el trabajo en grupo..


Corregir los trastornos del lenguaje


Antes de los siete años se deben corregir los trastornos del lenguaje

La dificultad para pronunciar algunas palabras, comprender la lectura o cambia el orden de los términos son algunos de ellos.
Entre el 10 y 15 por ciento de la población presenta alguna de estas alteraciones. Según Jacqueline Cuéllar, presidenta de la Asociación Colombiana de Fonoaudiología, pueden ser de comprensión o de expresión del lenguaje.
“A veces un mismo niño tiene ambas complicaciones, en otros casos tiene problemas de habla sin tener dificultades en el lenguaje. Por ejemplo, el menor que cambia la l por la r no tiene un problema del lenguaje sino de expresión”, agrega Cuéllar.
Para la otorrinolaringóloga Indira Bolaños “entre más temprano se trate al niño, mejor. Antes de los 7 años el cerebro es como una esponja, percibe de manera constante. Después sigue aprendiendo y ya maduro es difícil cambiar los vicios adquiridos”.
Un menor que presente este tipo de alteraciones puede dejar el interés en el estudio. La neuropsicóloga Marta Lucía Miranda asegura que “si no comprende lo que lee, seguramente le perderá el gusto a la lectura y su nivel escolar disminuirá”.
No es extraño, en ese caso, que el alumno no se atreva a leer en voz alta frente a sus compañeros, pues sabe que no le entenderán porque se demora al leer o porque cambia unos términos por otros, incluso, se salta párrafos y dice murciégalo en vez de murciélago, o marisopa en vez de mariposa, aún estando en una edad ya avanzada.
Con estos trastornos, al niño se le dificulta inventar frases completas, escribir lo que entendió de una lectura o describir, en palabras sencillas, lo que observa en las tiras cómicas, sostener conversaciones largas y expresar de manera correcta sus pensamientos.
Miranda explica que “en los casos más severos, los niños pronuncian pocas palabras, casi ninguna o hablan incompleto y no estructuran las frases. Estas son disfasias expresivas que no aparecen de un momento a otro sino que el niño va acumulando hasta que se convierte en un problema significativo”.
No es aconsejable confiarse si los pequeños son inteligentes, pues aunque lo sean pueden manifestar dificultades en el lenguaje.
Hay alteraciones leves y severas. Con ayuda de un especialista podrá detectarlas y saber qué terapia ayudará a que el niño crezca sin estos trastornos.
De no ser así, esto repercutirá negativamente en el aprendizaje y puede traducirse en fracaso escolar. Dislexia, dislalia y tartamudez son alteraciones de lenguaje que padece el 15 por ciento de la población. Cada caso requiere un diagnóstico médico y una terapia.
¿Cuál es su origen?
La mayoría de los casos ocurren por “la privación ambiental, es decir, los pequeños que no son incentivados en su casa. Los padres se van y entonces son atendidos por una persona que no tiene el tiempo suficiente para cuidarlos y corregirlos”, explica Jacqueline Cuéllar, presidenta de la Asociación Colombiana de Fonoaudiología.
Cuando hay dificultades en la comprensión, el niño puede demorarse en pronunciar sus primeras palabras o hablar enredado a pesar de tener edad para hablar claro. Esto empieza a notarse al año o a los dos.
Indira Bolaños, otorrinolaringóloga, sostiene que al no estimularse a los niños no se les permite expresarse. Es cuando al pequeño le basta con señalar con el dedo y ya obtiene lo que pide. Esto impide que el menor se esfuerce en pronunciar palabras o frases completas.
“Si los adultos no le repiten ciertas expresiones, los menores no acostumbran su oído, no las asimilan y no las expresan”, aclara Bolaños.
Además, existen otras razones que tienen que ver con el desarrollo del cerebro.
Según la neuropsicóloga Marta Lucía Miranda, los problemas del lenguaje pueden tener origen en una inmadurez cerebral a lo cual se le llama disfasia, lo que significa que en su desarrollo el niño viene atrasado en esta área.
También pueden presentarse como consecuencia de un accidente que afecta el cerebro. Cuéllar también señala que puede ser a raíz de que la mamá durante el embarazo o el parto tuvo alguna complicación.
Trastornos de más frecuencia 
Alteración de la articulación del lenguaje
Antes se conocía como dislalia. Es el niño que se queda en sonidos que debería superar, por ejemplo, sigue utilizando la t por la s: “mamá yo quiero eto”. No evoluciona. Es la más conocida y fácil de identificar. Es de tipo muscular, radica en la articulación de los fonemas o sonidos.
Alteración en el aprendizaje lectoescrito
Antes se conocía como dislexia. Se manifiesta con la dificultad en el aprendizaje de la lectura, sin haber deficiencias intelectuales ni trastornos sensoriales o neurológicos que lo justifiquen. A pesar de que el niño lee, no logra hacerlo adecuadamente o no identifica fonemas, no conjuga los verbos y tiene dificultad para leer sílabas: “mi papá está bavo”. También puede ser de tipo espacial: escucha bien pero no identifica visualmente las letras y las lee al revés, confunde la d con la b, observa los objetos pero no los ubica correctamente.
Disfluencia
También conocida como tartamudez. Consiste en la dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la repetición rápida de sílabas o palabras, causando bloqueos al intentar pronunciar una oración o frase completa. Aunque la tartamudez es algo psicológico, en la neuropsicología ya se han encontrado bases que afirman trastornos ansiosos y del lenguaje también.
Farfulleo
Se confunde con la tartamudez. Sin embargo, su diferencia está en que es una alteración en la fluidez del lenguaje, en la que el niño habla a gran velocidad y articula las frases de manera desordenada.
Algunas recomendaciones
La Asociación Colombiana de Fonoaudiolgía recomienda realizar ejercicios de lectura con los niños a diario, en voz alta y mentalmente, de manera lúdica y no como obligación.
También funciona estimular el lenguaje, en forma natural, por medio del diálogo y juego (así el niño solo responda con sonrisas y miradas).
Si hay zonas del lenguaje dañadas, otras zonas pueden tomar la función de estas. Lo importante es el estímulo constante, sistemático y adecuado a las condiciones del niño.
Los resultados se ven si los padres se involucran con los pequeños y hacen que canten y memoricen rondas, simulen sonidos de animales e imiten diálogos con personajes inventados.
Los expertos recomiendan a los maestros que hagan un seguimiento de sus estudiantes cuando inician la etapa escolar, pues en casa los padres casi no perciben los problemas a tiempo para remediarlos.
Es importante que los menores sean examinados por un especialista.

NANCY VELANDIA

Para mejorar la memoria de los niños


Para mejorar la memoria de los niños, son útiles los juegos que requieren concentración y la lectura
Cuando los menores no recuerdan en dónde dejaron algo o si hicieron la tarea, pueden necesitar ayuda.
Es frecuente escuchar que los padres se quejan porque sus hijos “olvidan todo” y responden “no me acuerdo” a cualquier pregunta sobre sus deberes escolares, sus labores en el hogar o hasta por los conocimientos que adquieren.

Sin duda, un problema serio. Pero no de memoria, como consideran algunos padres, sino de atención y concentración. Un poco también de pereza o falta de motivación de parte de profesores y allegados.

“En general, no hay ningún daño de tipo neurológico –dice María Claudia Abello, psicóloga educativa–. Pero sí hay relación con problemas de aprendizaje porque al no poner atención, los niños tienen una memoria inmediata pero no a largo plazo”, agrega.

Cada caso es diferente

“Exceptuando aquellos ni-ños que tienen alguna limitación en su desarrollo, los que presentan dificultades de aprendizaje o trastornos de atención, todos los demás es-tán en capacidad de retener y evocar información de manera adecuada”, explica Lucía Vargas Posada, psicóloga infantil y de familia.

Pese a ello, hay que enten-der que algunos graban mejor lo que ven, otros recuerdan fácilmente lo que escuchan y muchos requieren información multimodal (auditiva, visual y táctil), para asimilar nuevos conceptos, integrarlos y evocarlos posteriormente.

La cuestión, sin embargo, no es tan sencilla. Es necesaria la motivación y la atención para lograr recordar. “Si analizamos las fallas de memoria, podemos encontrar que algunos niños olvidan datos que no les interesan, como un mensaje que le dejan a la madre por teléfono. Pero no pedir dinero para la merienda o que el padre dijo que irían a comer un helado”, explica Vargas.

En esta problemática intervienen muchos factores más. “Puede deberse a que los niños dedican buena parte del tiempo a ver televisión; no tienen conversaciones largas con sus padres, sino un simple hola; no tienen contacto con sus abuelos quienes ocupaban horas contando historias a sus nietos y desarrollando un importante campo de atención y concentración”, dice Miguel de
Zubiría, psicólogo y director de la Fundación Alberto Merani.

Agrava la situación la acti-tud de los padres. Si ante un olvido de algo importante o urgente, no pasa nada, no hay una consecuencia, es imposible que el niño aprenda tempranamente que debe poner empeño en recordar y cumplir con lo que se espera de él. Y si, por el contrario, no recibe felicitación cuando hace el esfuerzo, es posible que pierda interés al ver que no aprecian lo que hace bien.

Si el niño no recuerda en dónde dejó la lonchera y al otro día tiene una nueva, los padres lo están volviendo irresponsable. En cambio, si dura un mes sin lonchera…

Para ejercitarla
  • Motive a sus hijos a participar en la vida cotidiana, jugar y hacer rondas, enviar mensajes sencillos, realizar dibujos con detalles próximos a la realidad y recordar eventos en secuencias lógicas.
  • Promueva el orden en las actividades diarias. La desorganización generalmente se acompaña de muchas fallas de memoria.
  • Invítelos a recordar en dónde dejaron un juguete y a que vayan a rescatarlo; a leer rimas y canciones y cuentos, y a narrarlos en sus propias palabras. También a realizar operaciones matemáticas rápidamente, a armar rompecabezas y a participar en juegos de mesa que cada vez les signifiquen más tiempo.
  • Planee en orden las actividades y estimule el aprendizaje y la activa participación, pues se ha comprobado que se recuerda más fácilmente cuando el niño explora y encuentra una respuesta, que cuando la escucha de un adulto.
  • Evite que permanezca horas frente al televisor. En cambio, motívelo a jugar con sus hermanos o amigos a actividades lúdicas, interesantes y de creatividad.
  • Felicite al niño cuando se esfuerce en recordar, aunque al principio requiera de algunas ‘pistas’ de parte del adulto.
  • Hágalo reflexionar sobre las consecuencias que tiene olvidar algo que es importante para los padres o para él mismo.
No haga lo que no debe
  • No deje que sus hijos respondan “no me acuerdo” como una forma de evitar la búsqueda de un objeto que dejaron en cualquier parte. Es el mecanismo que utilizan para que usted u otra persona se encarguen de encontrarlo. Lo emplean también para no tener que dar explicaciones, para no contar algo o simplemente no establecer comunicación.
  • Si olvidan frecuentemente el cuaderno con la indicación de la tarea, no les ayude a buscar la información con los compañeritos. Tampoco les ayude a resolver a última hora los deberes que dejaron pendientes, como la compra de materiales para un trabajo. Los niños deben aprender a enfrentar las consecuencias de sus faltas de atención con los deberes escolares que se les asignan.
  • No los deje sin ayuda. Si el caso de falta de memoria es muy notorio y perjudica la convivencia familiar pero también el rendimiento académico, es importante buscar ayuda con el psicólogo o el terapeuta. Igual si los olvidos son cada vez más frecuentes.
  • No los regañe ni les diga cosas como ‘es el colmo que no te acuerdes’ o ‘en qué mundo vives’. Mejor motívelos a recordar.
MARISOL ORTEGA GUERRERO
Redactora de EL TIEMPO

¿Qué es eso que llamamos Inteligencia ?

La Teoría de las Inteligencias Múltiples y la Educación
Fernando Lapalma
Cuando era estudiante aprendí que no siempre los primeros puntajes de egreso de la facultad se
correlacionaban con los mejores profesionales .
Lo mismo había pasado en mi secundario y también en la escuela primaria.
Los evaluados con los promedios más altos tenían más puertas abiertas, sí. Pero no era garantía de
que luego en el ejercicio de su conocimiento, realmente fueran los mejores.
Observando a mis alumnos veía “malos” estudiantes, que fuera del ámbito educacional eran
brillantes, creativos, inteligentes y ....
En más de una oportunidad me he preguntado :
¿Qué le pasa a este chico?
Y hasta con algún hijo mío...
Personas destacadas en todo,o casi todo, lúcidas, muy valoradas en ciertas áreas pero, con bajo
rendimiento académico. Y estoy hablando de individuos absolutamente normales, bien adaptados y
hasta felices. De familias armónicas y equilibradas. Chicos entusiastas, con ideas y objetivos claros
parecían perder la motivación al incorporarse a los procesos de enseñanza y de aprendizaje del
colegio. No lograban engranar en esa mecánica propuesta por la escuela. 1
Los logros eran obtenidos a través de costosos esfuerzos que los alejaban de manera inconsciente
del estudio. Produciéndose así un círculo vicioso. Una asociación equivocada de aprender- dolor.
Y por ende un rechazo al estudio.
Hoy tengo una respuesta, por supuesto no la única, a aquella primera pregunta:
¿Qué le pasa a este chico?
El Dr. Howard Gardner, director del Proyecto Zero y profesor de psicología y ciencias de la educación
en la Universidad Harvard ha propuesto su teoría de las Inteligencias Múltiples.
Hasta ahora hemos supuesto que la cognición humana era unitaria y que era posible describir en
forma adecuada a las personas como poseedoras de una única y cuantificable inteligencia. Pues la
buena noticia es que en realidad tenemos por lo menos ocho inteligencias diferentes. Cuantificadas
por parámetros cuyo cumplimiento les da tal definición. Por ejemplo: tener una localización en el
cerebro, poseer un sistema simbólico o representativo, ser observable en grupos especiales de la
población tales, como “prodigios” y “tontos sabios” y tener una evolución característica propia.
La mayoría de los individuos tenemos la totalidad de este espectro de inteligencias. Cada una
desarrollada de modo y a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada uno, de su
interacción con el entorno y de la cultura imperante en su momento histórico. Las combinamos y las
usamos en diferentes grados, de manera personal y única.
Pero... qué es una inteligencia?
Es la capacidad
*para resolver problemas cotidianos
*para generar nuevos problemas
*para crear productos o para ofrecer servicios dentro del propio
ámbito cultural
... y cuáles son estas ocho inteligencias?
Inteligencia Musical es la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas
musicales. Incluye la sensibilidad al ritmo, al tono y al timbre.
Está presente en compositores, directores de orquesta, críticos musicales, músicos, luthiers y oyentes
sensibles, entre otros.
Los niños que la evidencian se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de
melodías. Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto
rítmicamente.
Inteligencia Corporal- cinestésica es la capacidad para usar todo el cuerpo en la expresión de
ideas y sentimientos, y la facilidad en el uso de las manos para transformar elementos. Incluye
habilidades de coordinación, destreza, equilibrio, flexibilidad, fuerza y velocidad, como así también la
capacidad cinestésica y la percepción de medidas y volúmenes.
Se manifiesta en atletas, bailarines, cirujanos y artesanos, entre otros..
Se la aprecia en los niños que se destacan en actividades deportivas, danza, expresión corporal y/o
en trabajos de construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en aquellos que son
hábiles en la ejecución de instrumentos.
Inteligencia Lingüística es la capacidad de usar las palabras de manera efectiva, en forma oral o
escrita. Incluye la habilidad en el uso de la sintáxis, la fonética, la semántica y los usos pragmáticos
del lenguaje (la retórica, la mnemónica, la explicación y el metalenguaje).
Alto nivel de esta inteligencia se ve en escritores, poetas, periodistas y oradores, entre otros.
Está en los niños a los que les encanta redactar historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los
que aprenden con facilidad otros idiomas.
Inteligencia Lógico-matemática es la capacidad para usar los números de manera efectiva y de
razonar adecuadamente. Incluye la sensibilidad a los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones
y las proposiciones, las funciones y otras abstracciones relacionadas.
Alto nivel de esta inteligencia se ve en científicos, matemáticos, contadores, ingenieros y analistas de
sistemas, entre otros.
Los niños que la han desarrollado analizan con facilidad planteos y problemas. Se acercan a los
cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.

Inteligencia Espacial es la capacidad de pensar en tres dimensiones. Permite percibir imágenes
externas e internas, recrearlas, transformarlas o modificarlas, recorrer el espacio o hacer que los
objetos lo recorran y producir o decodificar información gráfica.
Presente en pilotos, marinos, escultores, pintores y arquitectos, entre otros.
Está en los niños que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. Les gusta hacer mapas
conceptuales y mentales. Entienden muy bien planos y croquis.
Inteligencia Interpersonal es la capacidad de entender a los demás e interactuar eficazmente con
ellos. Incluye la sensibilidad a expresiones faciales, la voz, los gestos y posturas y la habilidad para
responder.
Presente en actores, políticos, buenos vendedores y docentes exitosos, entre otros.
La tienen los niños que disfrutan trabajando en grupo, que son convincentes en sus negociaciones
con pares y mayores, que entienden al compañero.
Inteligencia Intrapersonal es la capacidad de construir una percepción precisa respecto de sí
mismo y de organizar y dirigir su propia vida. Incluye la autodisciplina, la autocomprensión y la
autoestima.
Se encuentra muy desarrollada en teólogos, filósofos y psicólogos, entre otros.
La evidencian los niños que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus
pares.
Inteligencia Naturalista es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio
ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural. Incluye
las habilidades de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.
La poseen en alto nivel la gente de campo, botánicos, cazadores, ecologistas y paisajistas, entre
otros.
Se da en los niños que aman los animales, las plantas; que reconocen y les gusta investigar
características del mundo natural y del hecho por el hombre.
Cuánta posibilidad intelectual !!!
Cuánta capacidad de desarrollo!!!
Sin embargo, cuando analizamos los programas de enseñanza que impartimos, que obligamos a
nuestros alumnos seguir, a nuestros hijos; vemos que se limitan a concentrarse en el predominio de
las inteligencias lingüística y matemática dando mínima importancia a las otras posibilidades del
conocimiento. Aquí el por qué muchos alumnos que no se destacan en el dominio de las inteligencias
académicas tradicionales, no tienen reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito cultural y
social. Y hasta pensamos de ellos que han fracasado, cuando en realidad estamos suprimiendo sus
talentos.
A veces, muy lamentablemente he podido escuchar a algunos profesores expresar “Mi materia es
filtro”. En general se refieren a matemática y lengua. Lo dicen y lo peor, tal vez, es que lo piensan.
Se privilegia de esta manera una visión cultural. Hoy es la técnica. Así como ayer en época de
Mozart, en una Europa en que florecían las artes en general, mecenas adinerados sostenían a los
 artistas reforzando la jerarquización y desarrollo de las que hoy conocemos y denominamos
inteligencia musical e inteligencia espacial. De esta manera la cultura imperante favorece y
valoriza a algunas inteligencias en detrimento de otras. Crecen así intelectos de parcial desarrollo que
de otra manera podrían ser mucho más completos.
Entonces... Por dónde empezar?
Es evidente que tanto el hogar como la escuela son, por el momento en que intervienen y su
capacidad de interactuar, los responsables regios de la educación de los niños. Los medios son
poderosos sugerentes, manipuladores gigantes con uso abusivo de los subjetivemas, pero es el feedback
de los padres y del maestro lo que más incidencia tiene en el desarrollo del intelecto.
Los niños viven pendientes del reconocimiento de los adultos. La expresión valorativa de las figuras
parentales es dramáticamente poderosa en la mente en formación del infante.
Existen dos tipos de experiencias extremas que es importante tener en cuenta. Las experiencias
cristalizantes y las paralizantes. Las primeras, son hitos en la historia personal, claves para el
desarrollo del talento y de las habilidades en las personas.
Se cuenta que cuando Albert Einstein tenía cuatro años su padre le mostró una brújula magnética.
Ya en la adultez, el autor de la Teoría de la Relatividad, recordaba ese hecho como el motivador de
su deseo imparable de desentrañar los misterios del universo.
Como experiencia cristalizante, puede ser considerada también la de Yehudi Menuhin, uno de los
grandes violinistas de la historia contemporánea. A los tres años fue llevado a un concierto de la
Sinfónica de San Francisco. En esa oportunidad fue hechizado por el violinista que ejecutó el “solo”.
Pidió a sus padres que le regalaran un violín para su cumpleaños y que ese ejecutante fuese su
profesor. Ambos deseos fueron satisfechos y el resto es historia.
Él, histórico... y millonario.
Por otro lado, como contrapartida, existen las experiencias paralizantes. Son aquellas que bloquean
el desarrollo de una inteligencia. Podemos poner como ejemplo a un mal maestro que descalificó un
trabajo, humillando con su comentario frente al aula la incipiente creación artística de un alumno. O la
violenta evaluación de un padre cuando gritó “ Dejá de hacer ese ruido” en el momento en que la
fantasía del niño lo hacía integrar una “banda” importante en concierto y golpeaba con dos palillos
sobre la mesa.
Las experiencias de este tipo están llenas de emociones negativas, capaces de frenar el normal
desarrollo de las inteligencias. Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa, odio, impiden crecer
intelectualmente. Es probable así, que luego el niño decida no acercarse más a un instrumento
musical o no dibujar más porque ya decidió que “no sabe hacerlo”.
La responsabilidad de las figuras parentales es enorme.
Hay que tomar conciencia de ello y actuar en beneficio del niño.
Los padres en casa, con estímulo, comprensión y aliento.
Y los docentes cambiando el enfoque del proceso de enseñanza y de aprendizaje. Aplicando el
concepto de las inteligencias múltiples, desarrollando estrategias didácticas que consideren las
diferentes posibilidades de adquisición del conocimiento que tiene el individuo. Si el niño no
comprende a través de la inteligencia que elegimos para informarlo, considerar que existen por lo
menos siete diferentes caminos más para intentarlo. También enriqueciendo los entornos de aula, promoviendo amplitud y posibilidades de interactuar de diversas formas con compañeros y objetos a
elección del alumno.
Habrá además que desarrollar un nuevo concepto y sistema de evaluación. No podemos seguir
evaluando a la persona multinteligente a través de una única inteligencia. El ser humano es mucho
más completo y complejo. Hoy lo sabemos.
Por último habrá que modificar el currículum.
¿Y cómo hacemos para transformar una escuela tradicional en una de inteligencias múltiples?
Éste evidentemente es un trabajo en equipo. Los principales responsables serán los docentes que
decidan hacer o intervenir en este proceso. En él participan los docentes, desde sus diferentes roles
(directivos, profesores, maestros), alumnos y padres. Una de las consecuencias más alentadoras y
fácilmente observable es el alto nivel de motivación y alegría que se produce en los educandos. A
esto hay que agregar la aparición del humor en las tareas. Esto último transforma realmente el
preconcepto que del “tener que ir a la escuela” generalmente tienen nuestros niños. El concurrir al
colegio se transforma así en algo grato, divertido y . . . útil.
Ya países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Venezuela, Israel e Italia, entre otros, están
trabajando sobre este tema. En nuestro país hay gente capacitándose y algunas escuelas están
iniciando la experiencia. Estados Unidos es el país que ha tomado la delantera, ya hay más de
cincuenta escuelas estatales de I.M. en funcionamiento.
Como en toda tarea, existen diferentes pasos a seguir para transformar una escuela tradicional en
una de I.M., lo primero es aprender la nueva teoría. Pero antes, querer hacerlo. Es imprescindible que
los docentes sean voluntarios en este proceso de cambio. En forma general habrá que seleccionar y
capacitar a los integrantes del proyecto. Informar a los padres y alumnos. Prender la llama de la
motivación y el asombro en todos los integrantes de la escuela.
Hay que tener presente que no existe un modelo a copiar, hay que crear uno nuevo. Cada escuela
de I.M. será fruto de la capacidad y creatividad del equipo. Porque siempre será un trabajo en equipo.
Con lo cual ya estamos practicando un método enriquecedor de trabajo.
Trabajar en grupo genera el fenómeno del efecto sinérgico, el cual hace que “el todo sea mayor que
la suma de las partes”.
Una idea es conformar en un principio, equipos que desarrollen diferentes partes de este cambio. Por
ejemplo, un equipo trabajará en el desarrollo de estrategias didácticas; otro se hará cargo de las
modificaciones a implementar en los entornos de aula. Otro encarará los nuevos métodos de
evaluación. Y así sucesivamente.
Este será un primer paso a fin de realizar y responsabilizar tareas. Luego, está claro que todos
intervendrán en todo. En un aporte permanente, pues el proceso es totalmente dinámico.
Por último se determinará cuándo, qué, cómo, quiénes y dónde empezar. Con ello, se hará un
cronograma que nos guíe.
Se abre así a partir de esta teoría de las I.M. una revolución en la enseñanza.
La teoría está.
El conocimiento, al alcance de las diferentes inteligencias de los docentes, de los padres y de las
autoridades responsables de la educación. Sólo hace falta tomar el desafío y ponerlo en marcha.

Fernando Lapalma

Tomado de  OEI – Revista Iberoamericana de Educación

lunes, 14 de febrero de 2011

Disciplina por Amor


Extraído de Aprendiendo a ser padres de Miriam Levi

Es generalizada la imposición de disciplina como una falta de amor. Según la óptica del judaísmo, la disciplina no es sólo una expresión de amor verdadero; más aún, no imponerla es una señal de desprecio. "Al que ama Dios lo reprenderá." "El que retiene su palo odia a su hijo." (Interpretamos la expresión "su palo" con un sentido más amplio, que incluye disciplina en todos sus aspectos.) Un niño disciplinado es una fuente de placer para sus padres. "Corrige a tu hijo y te dará descanso, y te proporcionará deleite.
Un pequeño que viene al mundo es comparado con un asnillo salvaje: "y como un asnillo salvaje el hombre nace" Atiende sólo a sus impulsos naturales y a sus deseos primitivos. Es necesaria la disciplina para desarrollar en él la capacidad básica para controlar el instinto, que lo llevará gradualmente a deshacerse del egocentrismo con que nació.
LA IZQUIERDA ALEJA Y LA DERECHA ACERCA
Sobre educación, aconsejan nuestros sabios: "por siempre que la izquierda aleje y la derecha acerque". La mano derecha simboliza la expresión directa de amor, como demostraciones de cariño y comprensión, y la mano izquierda simboliza la expresión de amor indirecto, el que se demuestra por medio de los límites y la imposición de obediencia. Según las palabras de Rab Shimshón Rafael Hirsch, aunque combinemos en su educación amor y severidad, que siempre sea mayor la mano que acerca, ya que "la severidad excesiva sólo provoca rebeldía y dificulta lograr los objetivos educativos". Sólo si perseveramos en manifestarle nuestro amor podremos tener éxito en su educación.
Una excesiva firmeza logra, por un lado, resultados adversos y puede gestar rebeldía, pero no exigir obediencia no daña menos. A menudo los padres evitan imponer disciplina a sus niños por sentir compasión hacia ellos o por temor a que entorpezca su desarrollo natural. Se equivocan totalmente. Quizá el acontecimiento más trágico que figura en el Tanaj es el relato acerca de la rebelión de Abshalom hacia su padre (el rey David, quien era por demás tolerante), la deshonra a las mujeres de su padre y su expedición asesina para aniquilarlo. ¿Cómo pudo provocarse un sentimiento tan lejano a la naturaleza del hombre? Contesta a esto el Midrash que todo el que no impone disciplina a su hijo, su hijo finalmente se desviará por el mal camino. Debido a que el rey David no reprendió a su hijo querido ni tampoco le impuso obediencia, corrompió Ab-shalom su conducta y hasta intentó asesinar a su padre. La falta de severidad y la falta de voluntad para exigir obediencia pueden llegar a ser causantes básicos de la rebeldía de los niños.
Jazal consideran la falta de disciplina como una discriminación. La disciplina es trascendente para el niño, ¡merece gozar de ella!
Las manos, izquierda para alejar y derecha para acercar, pueden también interpretarse como complemento la una de la otra también en otro sentido. Cuando exigimos obediencia, debemos hacerlo como una expresión de amor palpable; así, el niño sentirá que nuestra intención es beneficiarlo. Una imposición de disciplina manifestada con cariño nunca será interpretada como una muestra de rechazo.
La psicología moderna también reconoce la importancia de la disciplina:
Mucho se ha escrito acerca de los peligros de la disciplina cruel, opresora y falta de cariño; estas advertencias son válidas y no se las debe atenuar. De todas formas hay quienes ven en las consecuencias de un castigo exagerado la justificación para anular la disciplina. Esto es una insensatez… [El niño] desea saber donde están los límites y quién se los impone… [y los padres] deben saber cuándo castigar, cómo establecer límites y qué conductas detener. La disciplina debe controlarse en un entorno de amor y afecto
Miriam Levi

Disciplinando a tus hijos



Una disciplina efectiva comienza mucho antes de que se necesite corregir algo y depende de la relación de confianza entre el padre y el hijo.
Las personas que mejor ejercen disciplina son las más amadas por aquellos a quienes reprenden.
Esto es porque la disciplina efectiva depende de la relación entre la persona que está disciplinando y aquella que está siendo disciplinada.
Si quieres que tus hijos hagan caso a lo que tienes que decir, tienes que prepararte de antemano para asegurarte de que te escucharán. Ellos deben estar seguros de que aquello que tienes para decirles es para su beneficio.
Esto significa que una relación fuerte, amorosa y de confianza debe existir antes de que la primera reprimenda se escape de tus labios. Tienes que hacer que tus hijos sean tus discípulos. No es casualidad que la palabra "disciplina" deriva de la palabra "discípulo".
Si es Importante Para Ti, es Importante Para Mí
El amor puede ser definido así: "Si es importante para ti, es importante para mí". Tienes que enseñarle esto a tus hijos, pues las palabras no son suficientes.
Dale atención a tus hijos: Hazte tiempo para ellos y escúchalos. Cuando tu hijo de tres años viene a la casa balbuceando sobre su día en el Gan, tú estás cansado y piensas: "Esto es sólo un balbuceo". No apagues a tu hijo. Intenta hacerte a ti mismo a un lado y escúchalo.
Si expresas que aquello que es importante para tu hijo no es necesariamente importante para ti, puedes estar seguro de que llegará el día en el cual tus hijos te enviarán un mensaje: "Lo que es importante para ti (papá), no es importante para nosotros".
Una vez que hayas construido la "base de la disciplina" consérvala y construye una disciplina productiva siguiendo los siguientes principios:

Mantén tu Distancia

Siempre ten en mente que el castigo es para el beneficio de tu hijo, y no para tu beneficio. Esto requiere una dosis saludable de objetividad emocional.
Mi maestro, Rab Simja Wasserman, de bendita memoria, dijo: "Tus hijos no son tuyos, sino que son un depósito de confianza hecho por Dios. Criarlo y educarlo apropiadamente es la manera de demostrarle a D-s que fue puesto en buenas manos.
Mi maestro también dijo que cuando el niño se comporta mal es porque tiene un problema de disciplina y tú estás ahí para ayudarlo. Si ves a su problema como tu problema, entonces verás todo subjetivamente - con miedo y confusión - y perderás la habilidad de ayudar a tu hijo a mejorar su comportamiento (y también perderás credibilidad con él).

Sé Específico

Cuando guíes a tu hijo sé muy claro. Decirle a un niño: "Cruza la calle con cuidado" no es suficiente, porque "con cuidado" puede ser interpretado de muchas maneras.
Tienes que ser específico: "Mira ambos costados, y sólo si vez que no hay coches, entonces cruza la calle".
Generalmente es una buena idea el hacer repetir a tu hijo lo que has dicho. Puede ser que no hayas sido tan claro como pensaste. De esta manera, también evitas que tu hijo te diga después de haberse equivocado, que "no te entendió".

Dale un Ejemplo

En tiempos pretéritos solía ocurrir que los hijos veían modelos de disciplina en sus casas. Cuando varias generaciones vivían juntas, los hijos veían a sus padres escuchar a sus abuelos. Hoy en día, tenemos que hacer un esfuerzo considerable para dar el ejemplo.
Cuando tus padres vengan a tu casa, asegúrate de que tus hijos vean cómo los honras y los respetas.
Si tus padres son difíciles, ¡es incluso mejor! Cuando maduren, tus hijos verán las dificultades de la relación y tendrán el increíble ejemplo tuyo, en el cual les enseñaste que respetabas incluso a gente difícil, trayendo así la importancia de la disciplina a tu hogar.
En las casas de personas observantes, los niños también tienen el ejemplo de sus padres respetando la ley judía.

Sé Justo
Asegúrate de que tu castigo sea proporcional al "crimen" y que sea impuesto de manera justa e imparcial. La función básica de un padre es preparar a sus hijos para la vida, y por lo tanto el castigo debe ser - así como muchas veces en la vida - una consecuencia natural del "crimen".
Además, esto ayuda a eliminar cualquier sentido de resentimiento por parte del niño, ya que el mal comportamiento fue la causa natural de la consecuencia.

Sé Firme
Medir los límites es una tendencia humana natural. Tus hijos automáticamente quieren saber hasta dónde pueden llegar. Una vez que decidas algo debes apegarte a ello incondicionalmente.
Esto no significa que debes ser un terco, pero debes prepararte para mantener tu postura. Si es necesario, tómate el tiempo para determinar la reacción o el castigo apropiado para que puedas estar seguro de que podrás vivir con lo que has escogido.

Sé Consecuente
Nunca prometas. Pocas cosas pueden llegar a destruir tu credibilidad tan rápido como una promesa sin cumplir. Si no cumples con una promesa, hay una gran posibilidad de que tu hijo nunca se olvide de eso, incluso que sea una promesa muy pequeña. En lugar de prometer di: "Voy a intentarlo..." o "si puedo...". Con la experiencia, tu hijo entenderá que esto es tan bueno como una promesa.

Sé Amigable

Si tu hijo percibe que está siendo reprochado porque estás enojado, y no porque él ha hecho algo erróneo, puede llegar a malinterpretar la razón por la cual está siendo reprendido. Sé amigable y mantén la calma. No dejes que pase mucho tiempo para responder a su comportamiento negativo, pero si necesitas, espera hasta que te tranquilices y puedas poner disciplina de la manera adecuada.

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